13. 

Cualidad.-


Hay, pues, entonces, cualidad eterna y cualidad finita; esta última es meramente temporal; es decir, tuvo principio y tendrá fin, pues sólo es permitida para mostrar lo que la cualidad eterna no acepta, y que reprueba en su perfección cibernética que es amor, el eterno matrimonio. No obstante, la cualidad finita es desafiada a perfeccionarse gradualmente en unión a la cualidad eterna.

 

14.

Disposición de la estructura funcional.-


La estructura funcional de las personas creadas, la cual registra la angustia, está dispuesta para detectar la falta de sustento en el sentido de apoyo por aprobación, el abismo, y así revelar el valor de Aquel que sustenta y los valores de la esencia y natutaleza divinas. Lo natural es la tipificación de esto. Por ejemplo: el niño llora cuando siente la ausencia de aquella que le proporciona satisfacción a sus necesidades. Ese es el camino normal. Otro recurso es un mecanismo de defensa que esconde la necesidad. Esconderse y huir es el caso de tantos filósofos, psicólogos, poetas, de tantos hombres. Hay una necesidad en la existencia y esa es de acuerdo al propósito para el cual llegó a escena. La existencia no vino para intentar perennemente un propósito absolutamente nuevo, sino para descubrir el propósito eterno e irrevocable de Dios, y pronunciarse libremente acerca de el. Hijitos, esta es la victoria: yo le digo amén a la boda. Mi corazón es un altar. ¡Dios mio, gracias por ti!.

 

15.

Legitimidad.-


El camino recorrido por Aquel que tiene Esencia Divina siempre es legítimo, porque su legitimidad descansa en la soberanía y cualidad de Su ser eterno, y su derecho sobre lo que no es y sobre lo que crea. La nada no tiene derechos. La legitimidad del camino de la existencia creada depende, en cambio, de que se convierta libremente y por la gracia divina en canal de revelación del carácter soberano de la naturaleza y esencia divinas a través de la existencia creada misma después de la  elección libre por parte de esta existencia. El juicio por parte de Dios decreta ilegítimo e ilegal a todo aquello que no se ajusta a Su propósito de revelarse con ella, aunque tal desajuste en nada modifica Su propósito, y siempre servirá de una u otra manera a el, pues se revelará aún a pesar de la existencia creada. Y lo que Dios decreta ilegítimo es realmente ilegítimo porque la nada no tiene derechos. El derecho de lo permitido está sujeto a Aquel que lo permitió.

 

 

 

 

 


16.

La naturaleza de la esencia divina como ley.-

La ley de la esencia divina es Su propia naturaleza y carácter, Su ser eterno en cuanto tal, perfecto en sí mismo, autosuficiente.

 

 

 

17.

La respiración del Ser eterno.-


Mañana terminará el futuro y comenzará el presente para la existencia creada, aunque el presente no comienza y el futuro ¿cuando llegará para Dios? El futuro es como el pasado eterno por revelar a las personas creadas la respiración del Ser eterno, el júbilo de Su respirar. El futuro y el pasado se están casando en el presente de Dios. "Jesús Cristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos"[1] y ahora respira en la revelación de sí mismo. Resurrección es la victoria de la esencia divina sobre la existencia creada.

 

18.

Orígen y propósito.-

Dios, según el propósito eterno, origina a la existencia creada; y el Divino Orígen Eterno le da su propósito. ¿Quién empañará Tu gloria, oh Señor? ¡Porque Tú eres el Único y llenas al todo que has podido.

 

19.

La honestidad.-

Y ¿qué es la honestidad? es el camino de Dios en Su naturaleza, carácter y esencia.

 

 

 

 


20.

El derecho.-

El derecho es la ley de Dios según Su carácter, naturaleza y esencia, en cuanto tal, cuya legitimidad descansa en la eternidad de estas que le sustentan y que no pueden ser juzgadas, porque no hay sentencia de muerte contra la perfecta vida eterna.

 

21.

El absurdo.-


El absurdo acontece cuando la existencia creada desconoce el propósito divino y su ley. Esto lleva en sí la semilla de la anarquía, la negación del derecho, y es la muerte misma, el caer al abismo, lo cual es el juicio manifiesto del soberano Dios contra la existencia creada que le desconoce. Testificamos que existe juramento de que toda rodilla se doblegará y toda lengua confesará el nombre de Dios[2]. ¡Jesús Cristo es el Señor!.

 

22.

El valor.-

El valor se mide por la necesidad, y la necesidad por el propósito, y el propósito por la cualidad, y la cualidad por la soberanía, y la soberanía por la autosuficiencia, y la autosuficiencia por la eternidad, y la eternidad por la evidencia, y la evidencia por la revelación, y la revelación por la voluntad de Dios, Aquel que tiene Esencia Divina.

 

23.

Fundamento del derecho.-


La voluntad divina, por el conocimiento pleno de sí misma, según Su carácter, naturaleza y esencia, determina el valor de Su propia revelación. La revelación decide cuanta es la evidencia. La evidencia testifica de la eternidad. La eternidad demuestra la autosuficiencia. La autosuficiencia vindica la soberanía. La soberanía imparte la cualidad. La cualidad traza el propósito. El propósito dispone la necesidad. Y la necesidad ordena los valores. He allí el fundamento del derecho y la fuente del juicio y la justicia. He allí la denuncia del engaño y la perversión, y su sentencia. La revelación y vindicación de los valores es el establecimiento de la justicia. El para qué de la historia es revelar los valores. Revelar no es solo declarar sino consumar el misterio de Dios, la expresión de Su atributo pleno; demostrar el gobierno del universo.  

 

24.

Propósito de la necesidad.-






Aquello que satisface la necesidad más profunda es lo más valioso. La necesidad más profunda es por la esencia, naturaleza y carácter de la Deidad. Hay una disposición en todo para reconocer la necesidad. Hay diversas necesidades; cuando estas van siendo satisfechas, descúbrense otras más profundas. Esa disposición en la estructura funcional de todas las cosas muestra un propósito. Cada necesidad sirve a un propósito y hay necesidades mayores y menores. Por ejemplo: la sed mide el valor del agua. El propósito de la sed mide el valor de la sed. ¿Anhelo tan solo refrescarme o busco urgentemente sobrevivir? El agua es valorada según la sed y la sed según sea para sobrevivir o no. Sobrevivir importa según sea la cualidad de la vida. Si la vida tiene cualidad, se hace importante sobrevivir. Por eso estáis buscando siempre un canal para realizaros, para daros sentido, y si no podéis hallarlo, experimentais náusea[3], aunque intentais disfrazarla con "compromisos" atenuantes. La importancia de sobrevivir depende de la cualidad de la vida; y la cualidad de la vida depende de quien le imparte esa cualidad y la sustenta. Hay distintas cualidades y por lo tanto distintas clases de vidas para preservar y para las cuales sobrevivir. La exaltación y la depresión lo denuncian. Según sea la cualidad de esa vida tiene o no valor, y es mayor o menor en el derecho. Citemos algunos ejemplos de estos niveles de cualidad: hay nivel material mecánico, físico-químico, y hay vida biológica, vida psíquica, vida espiritual, Vida Eterna. Vale más aquella que puede mantenerse por sí sola que aquella que debe ser mantenida.Aquella que puede sufrir daño o que está a merced de voluntades ajenas, vale menos, pues no tiene seguridad y reposo y su nivel depende del orígen. La seguridad y reposo ontológicos están en la omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia absolutos, o bajo Su refugio; lo masculino y lo femenino ontológico, sus disposiciones. Lo eterno tiene más valor que lo temporal. Así, las circunstancias con respecto a lo eterno tienen más valor y son más importantes que las circunstancias con respecto a lo temporal. El marco trascendente es más importante que el marco meramente positivista[4]. Prima lo trascendente sobre lo superfluo. Es primordial ubicarse dentro de lo eterno antes que dentro de lo temporal. Y entre lo temporal es más importante ubicarse dentro de lo espiritual antes que dentro de lo psíquico, biológico y material. Lo material está al servicio de lo biológico, y esto al servicio de lo psíquico, y esto al serrvicio de lo espiritual, y esto al servicio de lo divino y eterno. Lo superior controla y usufructúa lo inferior. Fue lo eterno lo que dispuso lo temporal y por lo tanto puede controlarlo. He allí el fundamento del milagro: la soberanía del ser Divino sobre las circunstancias. He allí también el permiso a las ciencias. El milagro es la  libertad creadora del Ser Divino para operar sin límites en toda dirección. Es legítimo modificar lo espiritual neto en servicio de lo eterno, porque lo eterno tiene autoridad sobre lo espiritual y demás. Y legítimo es en esta secuencia también modificar lo psíquico neto en servicio de lo espiritual, y así continúa lo espiritual sobre lo biológico neto, y lo biológico sobre lo material neto. El derecho supremo de autoridad y supervisión está sobre lo eterno, y así desciende la jerarquía de autoridad delegada sobre las escalas de lo intermedio hacia lo menor. Quien sale de debajo de autoridad pierde su respaldo. De modo que el derecho de lo biológico sobre lo material está bajo la autoridad y supervisión de lo psíquico. Y el derecho de lo psíquico sobre lo biológico-material está bajo la autoridad y supervisión de lo espitritual. Y el derecho de lo espiritual sobre lo psíquico-biológico-material está bajo la autoridad y supervisión del Eterno, de quien brota el juicio según el propósito divino en Su naturaleza, esencia y carácter libre y soberano, todopoderoso, quien es quien ha determinado las escalas de los seres. Cuando hay competencia dentro de un mismo nivel de valores, vence lo más próximo al otro nivel superior.

 



[1] Hebreos 13:8.

[2] Isaías 45:23; Filipenses 2:10,11; Romanos 14:11.

[3] Alusión a la novela y filosofía existencialista atea de Jean Paul Sartre.

[4] Alusión a la filosofía llamada positivista, principalmente de A. Comte y Stuart Mill, continuada por el Círculo de Viena y la escuela de Karl Popper.

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